Cuando Irene llegó a mi atelier, tenía una visión clara y emocionante de lo que quería para su gran día. Su boda en el monasterio de San Clodio, una antigua abadía circense con un encanto único, merecía un vestido de novia que reflejara tanto su elegancia como su personalidad.
Desde el primer momento, Irene sabía que quería un vestido sencillo pero con un toque especial: una cola adornada con casi 200 botones.
Su atención al detalle y su deseo de mantener una estética minimalista pero única me inspiró inmediatamente.
Además, buscaba una capa de gasa que le permitiera estar más vestida durante la ceremonia y que pudiera quitarse para la fiesta, revelando un vestido más cómodo con el que disfrutar plenamente de la celebración.
Trabajar en su vestido fue un verdadero placer. La capa, con unas mangas de doble abullonado que terminaban en un puño ancho, añadía un aire de sofisticación y versatilidad.
Cada botón en la cola del vestido no solo aportaba un detalle visual impresionante, sino que también contaba una historia de dedicación y amor por lo artesanal.
Gracias Irene, por confiar en mi y permitirme crear un vestido que no solo reflejó tu estilo, sino también la magia de tu boda en San Clodio.